Un cuerpo enfermo o con dolor, refleja un
sufrimiento del Alma.
Los seres humanos estamos hech@s de vibraciones, energía y materia.
Los sentimientos negativos como el abandono, la culpa, la ira, la soberbia, las frustraciones ocultadas por años, los miedos, la envidia, el ignorar y no cumplir nuestra misión, causan bloqueos y crean fracturas en el campo energético, que nos enferman permitiendo entrar energías densas y destructivas.
Los sentimientos negativos como el abandono, la culpa, la ira, la soberbia, las frustraciones ocultadas por años, los miedos, la envidia, el ignorar y no cumplir nuestra misión, causan bloqueos y crean fracturas en el campo energético, que nos enferman permitiendo entrar energías densas y destructivas.
Para sanar debemos
re-equilibrar nuestro campo energético, reactivarlo. Y para lograrlo simplemente
debemos transformar las emociones mencionadas anteriormente, para que no se conviertan en nuestra realidad presente.
El reconocer que nos hemos equivocado es la mejor manera de iniciar a estar bien, incluso nos volveremos más humildes y pacientes con nosotros mismos y con los demás.El enfrentar nuestros errores repetitivos que provocan nuestro dolor (ya sea físico o emocional), nos dará la oportunidad de alcanzar una conciencia más extensa y de abrir nuestra mente para dar lugar a la sanaciòn.
Desde un punto de vista espiritual la sanación
es restablecer el contacto y la unión con nuestra alma, esto nos da la oportunidad de alinearnos con nuestra esencia y reencontrar el flujo divino de la
creación y sumergirnos en él.
El filósofo Plotino afirmaba que nos enfermamos porque nuestro cuerpo ha perdido contacto con nuestra alma y ya ni siquiera se le parece.
A nivel psicológico la fe en uno mismo significa no tener miedo de nuestros sentimientos auténticos y así ser capaces de manejarlos de la mejor manera, osea positivamente.
Nuestros pensamientos y nuestras acciones son la materialización de nuestra Alma.Vivir en sintonía con nuestra esencia, significa recibir el mensaje de nuestra identidad verdadera, si recibimos sus mensajes y los integramos a nuestra vida, entonces sanaremos y seremos capaces de transformar nuestra realidad.
Depende de nosotros integrar nuestro espíritu a
nuestra vida diaria, vivir con intenciòn y sumergirnos en la fuente inagotable de la vida, para seguir creando y dar continuidad a la Creaciòn.
Abandonarnos con confianza al flujo de la vida,
entendiendo como una forma de verdadera autonomía y fuerza el lograr hacer confluir nuestra libertad
personal con el devenir del Universo.
Permitir que el río se una con el vasto mar.
Debemos iniciar a vibrar en la resonancia
de nuestra más elevada conciencia, claro que lograr esto nos representará un
gran desafío, el cuál conquistaremos solamente si tenemos una disciplina cimentada por la voluntad de nuestra verdadera
identidad.
Necesitaremos entrenar al cuerpo y a la mente para servir al Alma.
La meditación y el yoga son por cierto una excelente herramienta, pero éstas aisladas no son suficientes, en conjunción con ellas deberemos abrir el espacio a nuestro espíritu para manifestarse y expresarse, e integrarlo como guía de nuestro camino.Y hacer de nuestro día a día nuestra práctica espiritual, con disciplina y voluntad inquebrantable, cierto sin fanatismos pero también sin autoengaño, y trasladarla a todas nuestras relaciones, acciones y pensamientos.
La meditación y el yoga son por cierto una excelente herramienta, pero éstas aisladas no son suficientes, en conjunción con ellas deberemos abrir el espacio a nuestro espíritu para manifestarse y expresarse, e integrarlo como guía de nuestro camino.Y hacer de nuestro día a día nuestra práctica espiritual, con disciplina y voluntad inquebrantable, cierto sin fanatismos pero también sin autoengaño, y trasladarla a todas nuestras relaciones, acciones y pensamientos.
Actuar en armonía con la naturaleza
significa actuar de manera espontánea y
según nuestra propia naturaleza. Significa tener confianza en nuestra intuición, la cuál es innata en la mente
humana.
Mientras que no entendamos que la sanación llega a través de la armonía, la paz, el amor por la vida , por nosotros mismos y por los demás no podremos sanarnos, al contrario las enfermedades y la violencia se multiplicarán.
En el momento en que llegamos a la
conciencia de estar relacionados con el Universo, nos volvemos verdaderamente
libres. Se hace claridad en nuestra mente y nuestros pensamientos, resurge
nuestra intuición. Nos liberamos de la nostalgia, la cual viene de no poder ser nosotros mismos.
Si el ser
humano se despierta a la vida del espíritu encontrará en sí mismo la fuerza
para resurgir.Y debemos apoyarlo practicando hábitos benéficos a nuestro cuerpo y a nuestra mente. Dando importancia vital a
la nutrición integral del ser,para así restablecer y reforzar todo el ser energético fisiológico humano y lograr la
salud.
Debemos también ser conscientes
de que la sanación requiere voluntad,
disciplina y tiempo para consolidarse. A
veces más largo a veces más corto depende que tan cerca estemos de nuestro
equilibrio.
Al
integrar a nuestro espíritu como
guía de nuestro camino iniciamos a actuar desde nuestra gracia(corazòn) y
direccionamos nuestros pasos hacia el encuentro con nuestra Alma, y al
relacionarnos con ella y servirla logramos
materializar nuestra verdadera identidad.
Sólo así seremos seres sanos, seres completos, vivos.
Sólo así seremos seres sanos, seres completos, vivos.
SK.
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