viernes, 21 de junio de 2013

La limitación. Me lo dijo un colibrí

 La manera como nos formamos en esta sociedad, es terriblemente limitada y conducida. No hay una real oportunidad de expresión y acción.Y así nos limitamos incluso en el arte de amar.
Es realmente triste el hecho de que que ya no sabemos amar, es un gran desperdicio y nos hace sufrir mucho. No nos permite crecer.
 Pero lo bueno es que tenemos una inmensa capacidad para amar, somos seres hechos de amor. Y con amor podemos crear lo que queramos. El amor es una energía que hace que las cosas sucedan, las materializa.
El amor ayuda a aceptar todo, todo es perfecto. El amor es el crecimiento, la evolución y la Vida.
Hoy debemos trascender los límites que nos encierran y torturan, siguiendo a nuestra conciencia. Esta es nuestra principal responsabilidad.
 ¿Que las acciones necesarias para serte fiel a ti misma te llevan a hacer cosas "diferentes", y que seguramente los demás no entenderán?
 ¡Que bendición, iniciarás a vivir!
Dáte la oportunidad de relacionarte con todo y con todos desde el amor y trascenderás.
Fluye en el instante eterno y te volverás eterna y volarás.

jueves, 6 de junio de 2013

Limpiar

Al estar e interactuar con nuestro entorno somos parte de un intercambio energético constante. Esto sucede  tanto con las otras personas, como con los ambientes, con el planeta, con los astros, etc..
 Así como emanamos energía, también la absorbemos. El ciclo es recibir-transformar-regresar.
Hoy en día la mayoría de las veces, la energía que absorbemos es energía densa. Que además la portamos a casa y ahí encuentra alojo también. Todo lo que absorbemos afuera lo llevamos dentro a casa. Por eso los japoneses se quitan los zapatos en la puerta, para que lo que "se les pego" de la calle se quede afuera y no ensucie su casa.
Esa energía densa va adensando nuestra energía, nos va ensuciando. Y así también va adensando la energía de los espacios donde interactuamos y de nuestra casa. Y de no limpiarnos y deshacernos de la energía densa nos vamos adensando nosotros mismos y empezamos a sentirnos mal anímica y físicamente. Y lo que es más grave, generamos y liberamos energía densa al ambiente y a los demás seres.
 Por eso es tan importante limpiarnos y aunque si de vez en cuando nos puede limpiar alguien más, es algo que tiene que hacer uno mismo y de manera conciente.
Debemos limpiarnos y limpiar nuestra casa constantemente, sobre todo en estos tiempos. Mínimo una vez a la semana.
 Para limpiarnos nosotros hay diferentes maneras. Desde bañarte en la regadera y con tu intención pedirle al agua que se lleve todo lo que no te sirve, hasta sahumearte con copal o alguna planta aromática, o hasta darte un delicioso baño de agua con pétalos de rosas o con algunas sales.
O subir una montaña y pedirle que absorba lo que te daña, o bañarte en un rio o en el mar.

En el ambiente la energía densa se aloja en la suciedad y en el caos.
En la casa la suciedad se esconde en las orillas, atrás de los muebles, en los closets, etc..
Se va acumulando y generando manchas, puntos densos donde la energía no fluye. Por eso debemos  limpiar toda la casa a conciencia, mover los muebles, sacudir,  escombrar y deshacernos de lo que no usamos. Cuando limpiamos debemos hacerlo con la conciencia de estar limpiando la energía densa que se pudo haber acumulado. Limpiamos con energía y con gusto. Por cierto para limpiar la casa recomendamos usar detergentes biodegradables.
 Para potencializar la limpieza también puedes sahumear con copal o algunas plantas aromáticas secas, como la salvia. También puedes poner cuarzos amatistas en ciertos puntos, que sientas más vulnerables.
Otra manera es tener diferentes plantas que brindan protección como la savila, la ruda, el romero entre otras, la savila por ejemplo es muy buena protección en la entrada.
También puedes poner en las esquinas, recipientes de vidrio con agua y sal de mar, o con limones partidos. Esta agua la tendrás que cambiar diario y tirarla a la tierra, pidiéndole que la absorba.
La manera más práctica que hay ahora es aromatizar nuestros espacios con las brisas ambientales elaboradas a base de plantas.
 Esta limpieza la puedes extender a tu lugar de trabajo y a tu automóvil.
La casa es la prolongación de nuestra conciencia, es algo así como nuestro templo que nos refleja. Es donde descansamos, nos nutrimos, vivimos y convivimos. Es nuestro refugio y donde tenemos a nuestra familia. Es un lugar  esencial en nuestro día a día.
Dedica tiempo a limpiar tu casa, tus espacios y a ti misma.
Procúrate y genera espacios limpios, en orden, fluidos, sin tantos objetos, ventilados e iluminados con luz natural.
Te sentiras más ligera, más centrada y más enraizada. Y seguramente disfrutarás tanto tu espacio y tu persona.