lunes, 9 de marzo de 2015

Desintoxica tu mente, recupera tu libertad.

El estado de salud de una mujer  está ligado a la cultura en la que vive y a la posición que tiene en ella, asì como al modo personal en que lleva su vida. Reconocer que el contexto cultural, laboral y social en la vida de una mujer influye  en su salud, es el primer paso para la creación de un modelo de vida que le brinde bienestar.
 La civilización occidental se caracteriza por la creencia de que el intelecto es superior a las emociones, que la mente y el espíritu son superiores al cuerpo y están separados de él, y que la masculinidad es superior a la feminidad. 
 Hoy como buenas hijas del patriarcado hemos interiorizado estas ideas y basamos en ellas nuestros valores, nuestro trabajo  e incluso nuestros ideales.  Medimos nuestro valor según nuestra capacidad para alcanzar grandes logros y  popularidad, asì nos enrolamos en el mundo  laboral y social. El cual nos exige ser  eficientes, competitivas y productivas, además estar siempre de buen humor, bellas y disponibles. 
Luchamos por ser  igual al hombre e incluso imitamos su manera de hacer las cosas,  dejando atrás nuestras necesidades reales, nuestro cuerpo, nuestros sueños, nuestro equilibrio, nuestro espíritu , nuestro poder creativo y nuestra esencia femenina.

 Las mujeres no podemos estar sanas viviendo  un mundo que opera asì. Por eso debemos  crear nuestra propia filosofìa de vida. La filosofía puede ser definida como el análisis racional del sentido de la existencia humana, tanto individual como colectiva, fundado en la comprensión del ser.
Para crear tenemos que  salir de la forma y del significado, reencontrar nuestra esencia y  buscar y crear nuevas formas, nuevos significados. Morir y renacer constantemente, soltar apegos limitantes y ser creaciòn viva. 
Tenemos que crear una dinàmica  de vida que nos proporcione bienestar y satisfacciòn. Un paso esencial para hacerlo, es desintoxicar nuestra mente de este sistema masculino  que nos dice como debemos ser, que debemos hacer  y como, y que debemos soñar y anhelar..
Desintoxicar la mente quiere decir  examinar y cambiar las creencias erosivas para la integridad personal,que inconcientemente hemos heredado de nuestros padres y de nuestra cultura.
Los hombres y las mujeres somos energías diferentes, con  capacidades y necesidades diferentes. Nosotras para estar sanas debemos satisfacer  nuestras necesidades reales y  vivir en armonía con nuestra esencia creativa, lo que lograremos desarrollando la observación, la experimentación,  y la continua adaptación de los procesos de pensamiento y creencias de acuerdo con las experiencias vividas.
 Debemos alinear nuestro cuerpo y mente con nuestra intenciòn. ¿Como? Integrando nuestro cuerpo, escuchándolo, comprendiéndolo y amándolo.Dentro de nosotros esta nuestra verdad solo basta abrir el espacio para poder escucharla. Entre más nos alineamos con nuestra verdad, nuestra vida se sincroniza y todo fluye de una manera natural. Nos sentimos completas, contenidas y seguras. Motivadas a crear.

Tu creas tus respuestas a todo , cada emoción que sientes es tu creación, por lo tanto puede ser dirigida por tu intención consciente. Cuando escuchas a tu voz, creas armonía.

Para encarnar a tu ser verdadero y escuchar su voz ,tienes que dejar de lado la opinión de la gente sobre ti y sobre el mundo. Deja  las creencias de otra gente, las percepciones de los demás y toma las riendas de tu percepciòn y de tu energìa. Confía en que cuando te mueves en dirección de lo que te causa alegría, paz, armonía y amor, no hay manera de que te equivoques. Y el Universo se alinea para materializar tus deseos.

Navega  por el océano de tus emociones, disfruta el firmamento de tu mente y viaja con el vehículo de tu intenciòn  hacia ti misma, para descubrir que eres  Universo. Entonces  te sera posible integrar todas las dimensiones en una dimensión global y disfrutar la obra de arte de la vida.

La unica cosa que te impide encarnar tu màs alta esencia es el miedo a ser tu misma. Estamos acostumbradas a imitar el modelo femenino que hoy predomina y a hacer lo que “tenemos que hacer y ràpido”, y en esta dinàmica no hay un espacio para poner atenciòn en nosotras mismas, para escuchar la voz de nuestro corazòn.
El problema de no escuchar a nuestra voz interior, es que al trabajar  hasta quedar exhaustas, con la idea de alcanzar grandes logros y corriendo incluso el riesgo de enfermarnos. Nos olvidamos de abrir el espacio para que se manifieste nuestra esencia  y asì perdemos la oportunidad de conocernos y de saber que es lo que nuestro corazòn anhela.  Perdemos tambièn la oportunidad de crear algo, incluso mas grande de nosotros  y asì poner nuestro granito de arena en apoyar  a la continuidad de la vida, a la creaciòn.

Tu misma eres una expresiòn viva de la creaciòn.  Y para abrirle camino a tu poder creativo, hay que iniciar por dejar atràs la inseguridad y el miedo a expresarte. Y construir  la confianza en la fuerza y la sabidurìa del flujo de la vida que crea a travès de ti y de tu obra. Ninguna persona, entidad, corporaciòn, gobierno puede tener poder sobre ti y limitar a tu espìritu ,si tu no lo interiorizas y te identificas con èl con cuerpo y mente.  Tu eres la ùnica que dirige tu cuerpo y tu energìa.
 Cuando sueltas lo que crees que eres,quieres, piensas, necesitas... abres camino para que tu verdadero ser se exprese y  atraiga a tu vida aquello con lo que tu corazòn/espìritu resuena. Para lograr esto necesitas vencer la resistencia y manejar la inseguridad que surge al soltar la personalidad y volverse observador.  Observa desde “afuera” sin juicios. Y observa como te sientes al observar , como sientes tu cuerpo y tu energìa,esto te indicara lo que debes mantener y lo que tienes que soltar. Esta conciencia te darà fuerza, confianza, contenciòn, direcciòn, apoyo y amor a la vida. Y te permitirà crear tu vida desde tu corazòn.

 Para vivir la salud que es integridad, diversidad y expansión de la unidad debes tomar la direcciòn de tu persona y de tu energìa.  Es necesario que recuerdes tu verdad personal e inicies a vivirla. Tu verdad personal es el resumen de la comprehensiòn de todas tus experiencias vividas desde tu  ser esencial.   Al vivir tu verdad personal haciendo lo que sientes sin miedo a lo que los demàs piensen o digan , te eres fiel a ti misma, lo que te hace sentir confianza y motivaciòn. Vivir tu verdad personal te da poder y gracia.
 Como mujer solo tienes que ser MUJER,  ser la materializaciòn de tu espìritu, su expresiòn terrenal. Y confiar en la continuidad de la vida y la fuerza del amor. Llevar a tu cuerpo y a tu energìa hacia donde tu corazòn y tu mente ,aliados, te dirijan.

Cierra los ojos y respira profundo, siente a tu corazòn, siente lo que anhela.
¿Y como saber que es lo que anhela? Cuando sientes que late fuerte y te hace volar en direcciòn de tu alegrìa de vivir y de tu bienestar.
Somos parte de la creaciòn y  cada uno de nosotros tiene algo que aportar a la creaciòn a travès de la creaciòn personal de nuestra vida.
 Cada uno de nosotros es un ser  ùnico e irrepetible. Nuestros caminos son diferentes, vivimos y creamos realidades diferentes.Absorbemos, traducimos y expresamos  nuestra  experiencia segùn nuestra realidad. Y nuestra realidad como mujeres es que somos infinitamente poderosas y amorosas y cuando escuchamos la voz de nuestro corazòn, somos capaces de crear vida y armonìa.

lunes, 19 de enero de 2015

Colibrí y la Lluvia. Video musical infantil.







La fuerza, el amor, la entrega, la constancia y la fe. El colibrí hermosa ave que ama la vida.


La dirección del Colibrí

Coraje del Colibrí
En la conciencia del colibri engranamos la vida desde el nivel del alma, Del mismo modo que el diminuto pájaro encuentra el valor para emprender su monumental viaje, podemos descubrir el coraje de percibir nuestras propias vidas como un viaje de crecimiento y descubrimiento, de maduración espiritual. No nos preocupamos por los detalles de nuestro vuelo porque nos sentimos confiados de que, sea cual sea el clima que haya o cuántos puntos de descanso habrá mientras atravesamos el viaje, lograremos llegar a nuestro destino.

Del Libro Soñar con Valentía
Por Alberto Villoldo